Así que tras devenires de la vida empecé a practicar yoga en 2007. Empecé practicando Vini yoga y al cabo del año empecé Ashtanga vinyasa yoga. A los 3 meses de empezar yoga los efectos beneficiosos a nivel corporal y mental eran patentes. Después de 3 años de práctica empecé a viajar a Asia, especialmente la India. En mi segundo viaje la vida me llevo al norte de India, a Rishikesh. Un área al comienzos de los Himalayas donde la práctica espiritual fue muy intensa en el pasado. Sabios y yoguis vivían a la ribera del rio Ganges entregados a la búsqueda de lo absoluto. En Rishikesh encontré a mis maestros de yoga indios, con ellos profundicé en la práctica (ashtanga vinyasa yoga) y metodología del yoga desde diversos aspectos. Tanto mental y físico, como filosófico. Su entrega, paciencia y compasión han sido fundamentales. Otros profesores relevantes en mi aprendizaje han sido Nuno Oliveira Y Arancha Sanchez de Oviedo. También Ángelo Cecchi, Igor de Gracia y Sebastián Arbondo posteriormente en la indagación de la anatomía y biomecánica, además de diversos profesores del linaje Iyengar. ¡¡Gratitud hacia los maestros!! En 2012 empecé a enseñar yoga en la escuela de mi maestro, Tattvaa Yoga Shala, bajo el tutelaje de Guruji Kamal y Guruji Sunil. Desde entonces he impartido clases de yoga y metodología del yoga en España, Grecia, Israel, China, Perú, además de India. En 2017 decidí asumir la responsabilidad de fundar Satya Yoga, estudio de yoga en mi ciudad natal, Oviedo, situada entre el mar y la montaña, en el norte de España, Asturias. Satya Yoga intenta aunar mi entendimiento de la filosofía shamkya – yoga, experiencia de la psique a través de la psicología Gestalt y la aplicación occidental de la biomecánica.