Mysore vespertino
25 agosto 2025 •
7:30 pm - 9:00 pm
FIY
Descripción
Clase personalizada de Ashtanga Vinyasa Yoga.
(Primera o segunda serie)
Imparte Jan Foy
* Si vas a tomar esta clase te sugerimos traer ropa cómoda, tu tapete y una mente abierta.
* La DURACIÓN de esta clase es de 90 minutos.
* Las RESERVACIONES se cierran TRES HORAS antes de que comience esta clase. Si nadie reserva, la clase se CANCELA.
* Las CANCELACIONES se cierran CUATRO HORAS antes de que comience esta clase. Si reservaste tu lugar y por algún motivo no vas a poder asistir te sugerimos cancelar con tiempo, de lo contrario no se te devolverá tu clase en tu cupón
* NO se aceptan cancelaciones por ningún otro medio (ni vía telefónica, WhatsApp, Instagram, etc).
* Tolerancia de 10 mins. Si nadie se presenta en ese tiempo, la clase se CANCELA.
¿Qué vas a encontrar en esta clase?
Esta clase difiere mucho a la forma en la que la mayoría de las clases de yoga se enseña.
NO ES UNA CLASE GUIADA. Y la enseñanza se basa en la instrucción personalizada a cada practicante dentro del marco del grupo.
En esta clase los alumnos aprenden la serie fija de posturas; la cual se modifica de acuerdo a las habilidades propias de cada practicante.
En la secuencia de Ashtanga cada postura se construye sobre la postura previa por lo que el rol del maestro dentro de la clase es guiar al practicante en la comprensión profunda de la postura en los puntos de atención y acción del método Tristana.
El maestro demostrará, explicará de manera verbal y ajustará la postura físicamente. Y cuando el practicante demuestre eficiencia y eficacia en la postura el maestro le dará una nueva.
Como cada persona tiene distintas aptitudes físicas, se encuentra en un estado emocional único y tiene necesidades particulares; esta forma de practicar te brinda la oportunidad de desarrollar tu práctica sin sentirte presionado por la práctica de otros estudiantes; de esta manera es posible eliminar esa ansiedad que puede surgir cuando estás en una habitación en la que todos deben seguir un mismo ritmo. Esto ayuda a encontrar esa unión o devoción hacia tu propia práctica.
