Una clase Mysore es un estilo de yoga Ashtanga donde los estudiantes practican la secuencia de posturas a su propio ritmo. Cada alumno llega dentro de un horario establecido y realiza su práctica de forma individual, mientras el instructor ofrece asistencia y ajustes personalizados. Este enfoque promueve la auto-disciplina, la concentración y una conexión interna, siendo adecuado para todos los niveles.

Chakra Vinyasa es un estilo de yoga que combina el flujo dinámico del Vinyasa con la exploración de los chakras, los centros de energía del cuerpo. Las secuencias de posturas están diseñadas para activar y equilibrar los diferentes chakras, integrando movimiento, respiración y meditaciones específicas. Además de la práctica física, cada sesión incluye teoría sobre los chakras, ayudando a los estudiantes a entender cómo influye la energía en su bienestar físico y emocional.

Rocket Yoga es una forma dinámica y enérgica de yoga que se deriva del Ashtanga Vinyasa Yoga.
Esta práctica fue desarrollada por Larry Schultz, quien adaptó y simplificó las series de Ashtanga para que fueran más accesibles y atractivas para una audiencia más amplia.

La característica distintiva del Rocket Yoga es su enfoque en la libertad y la creatividad en la práctica. Aunque sigue las bases del Ashtanga Yoga, Rocket Yoga permite a los profesores y estudiantes modificar las posturas y las secuencias para adaptarse a las necesidades y habilidades individuales. Esto fomenta un ambiente de práctica inclusivo y personalizado.

Rocket Yoga se divide en tres series principales: Rocket 1, Rocket 2 y Rocket 3. Cada serie se centra en la fluidez del movimiento y la respiración, y a menudo incorpora posturas desafiantes, inversiones y técnicas de equilibrio. Esta práctica energizante también incluye ejercicios de calentamiento y estiramientos profundos para preparar el cuerpo para las posturas más avanzadas.ofrece una experiencia dinámica y estimulante, ideal para aquellos que buscan una práctica de yoga intensa pero adaptable. Combina la estructura del Ashtanga con la libertad de la creatividad personal, proporcionando a los practicantes un espacio para explorar, desafiarse y crecer en su práctica de yoga.

Una clase guiada de Ashtanga Yoga sigue una secuencia fija de posturas (asanas), con el instructor dirigiendo verbalmente cada movimiento y respiración. Los estudiantes practican al unísono, siguiendo el ritmo marcado por el profesor, lo que crea un flujo continuo y enfocado. Esta estructura ayuda a desarrollar disciplina, fuerza y flexibilidad, mientras se cultiva una meditación en movimiento. Es ideal para quienes buscan una práctica estructurada y enérgica, con la guía constante del instructor.

El Vinyasa Yoga es una forma dinámica y fluida de yoga que se centra en la sincronización del movimiento con la respiración.
En esta práctica, los estudiantes son guiados a través de una serie de posturas (asanas) que se conectan de manera suave y armoniosa, coordinando cada movimiento con una inhalación o exhalación específica.

La palabra «vinyasa» se deriva del sánscrito y significa «colocar de manera especial». En Vinyasa Yoga, las transiciones entre las posturas se convierten en una danza consciente, creando un flujo continuo de movimientos. Cada clase puede variar en intensidad y estilo, pero la estructura general implica una secuencia de asanas que se integran con la respiración, promoviendo la fuerza, la flexibilidad y la concentración mental.

El Vinyasa Yoga no solo se enfoca en el aspecto físico, sino también en la conexión mente-cuerpo. Los practicantes aprenden a estar presentes en el momento, a mantener la concentración en la respiración y a encontrar la calma en medio del movimiento. Esta forma de yoga es energizante y revitalizante, ofreciendo beneficios tanto físicos como mentales, incluyendo mejora en la flexibilidad, fuerza, equilibrio y reducción del estrés.