Sobre nosotros Isabel Salinero
SOY ISA…
Nací en Toledo, una ciudad en el centro de España, pero vivo en Madrid desde hace bastante tiempo. Vine a estudiar la carrera de Periodismo aunque después la vida me llevó por el camino de la programación web, mi profesión actual que ejerzo desde hace años.
El yoga fue un antes y un después en mi vida, tras pasar por una época de mucha ansiedad, decidí buscar una alternativa a los remedios más comunes y tuvo un efecto muy poderoso en mí.
Desde el primer momento supe que seguiría aprendiendo siempre de esta filosofía y poco a poco se convirtió en una forma de vida para mí dentro y fuera de la esterilla.
Años de introspección y aceptación me dieron el valor de superar algunos de mis miedos y entre otras cosas me aventuré a ir a India, concretamente Rishikesh. Esta ciudad se encuentra al norte del país y es conocida como la capital mundial del yoga, y una burbuja para quienes conocen otras zonas de India. Allí hice la formación de Hatha yoga y Ashtanga yoga de 200 horas durante un mes intenso y lleno de bonita energía. Aunque esto no significa nada, el yoga es inmenso y nunca quiero dejar de aprender.
Nací en Toledo, una ciudad en el centro de España, pero vivo en Madrid desde hace bastante tiempo. Vine a estudiar la carrera de Periodismo aunque después la vida me llevó por el camino de la programación web, mi profesión actual que ejerzo desde hace años.
El yoga fue un antes y un después en mi vida, tras pasar por una época de mucha ansiedad, decidí buscar una alternativa a los remedios más comunes y tuvo un efecto muy poderoso en mí.
Desde el primer momento supe que seguiría aprendiendo siempre de esta filosofía y poco a poco se convirtió en una forma de vida para mí dentro y fuera de la esterilla.
Años de introspección y aceptación me dieron el valor de superar algunos de mis miedos y entre otras cosas me aventuré a ir a India, concretamente Rishikesh. Esta ciudad se encuentra al norte del país y es conocida como la capital mundial del yoga, y una burbuja para quienes conocen otras zonas de India. Allí hice la formación de Hatha yoga y Ashtanga yoga de 200 horas durante un mes intenso y lleno de bonita energía. Aunque esto no significa nada, el yoga es inmenso y nunca quiero dejar de aprender.