Desde su primer encuentro con el yoga, esta práctica se convirtió en un estilo de vida para ella, tanto dentro como fuera de la esterilla. Años después, decidió ampliar sus conocimientos y se formó como profesora de Hatha Yoga en Rishikesh, India. Para Isa, el yoga no es solo una disciplina física, sino una filosofía de vida que promueve la paz interior, la armonía y la conexión con nuestro ser más profundo. Se considera una persona tranquila y espiritual, y su objetivo es transmitir lo que el yoga significa para ella: equilibrio, aceptación y presencia. Apasionada de las emociones y la neurociencia, ha continuado formándose en estos ámbitos para poder integrar herramientas en sus clases de yoga. Su intención es ofrecer un espacio donde los practicantes puedan reconectar consigo mismos, aceptar sus emociones, liberar tensiones y encontrar paz en medio del caos.