A menudo olvidamos la importancia de pausar y sintonizar con nuestro ser interior; una práctica consciente que nos invita a envolvernos en esa pausa utilizando elementos como el bolster, bloques y mantas como extensiones de nuestro propio cuerpo, permitiendo una entrega profunda y sostenida.Al rendirnos a la gravedad sobre estos soportes, creamos espacio para una escucha atenta.

Cultiva no sólo la flexibilidad física, sino que también nutre la resiliencia mental y libera emociones ancladas en el cuerpo.

¿Qué liberación necesitan tus tejidos profundos? Si buscas una forma suave y profunda de conectar con tu cuerpo, el Yin Yoga es perfecto para ti. Y si ya eres un yogui experimentado, esta práctica es una oportunidad para explorar nuevas profundidades miofasciales, desvelando patrones de tensión crónicos y optimizando la movilidad de tu cuerpo.